Descubre ¿Quiénes son los Profetas Mayores?

Este artículo contiene toda la información relacionada con los Profetas Mayores, cuyas narraciones conforman las sagradas escrituras, ya que fueron ellos quienes se dedicaron a llevaron la palabra de Dios entre los hombres, te invitamos a continuar leyendo, para que conozcas más sobre los ellos.

PROFETAS MAYORES

Los Profetas Mayores

A continuación, te presentamos quiénes son los profetas mayores y sus escrituras en cada uno de sus libros, por lo primero comenzamos señalando en términos generales el significado de esta noble tarea que les fue encomendada por el Altísimo a partir del momento en que recibieron el llamado divino.

El profeta en hebreo es designado por dos nombres muy significativos: el primero es «nabi» que significa «extático» e «inspirado» por Dios. La otra mención es «roéh» o «choséh» que equivale a «el vidente», el que ve lo que el Altísimo le muestra en forma de visiones, sueños, entre otras manifestaciones. Ambos nombres expresan la idea que el profeta es un instrumento y un hombre de Dios que no tiene que anunciar su propia palabra, sino la que el Espíritu de Dios insufla y le inspira.

Los profetas mayores los cuales se mencionan a continuación, ejercieron sus ministerios alrededor de 40 años cada uno luego de haber recibidos el llamado del Altísimo, para que llevaran a cabo tan noble encomienda por el inmenso amor divino a Dios y al pueblo.

Isaías

Él es el primer profeta mayor y la razón por la que los llamaron es por la extensión de sus escritos. Isaías fue convocado por el Todopoderoso al ministerio durante el reinado de Uzías (Isaías 6). Su nombre significa «la salvación de Dios», describe acertadamente su servicio y su mensaje. Profetizó durante los reinados de Uzías, Jotam y Ezequías y posiblemente durante el reinado de Manasés, entre 757 y 697 a. C. Además, Isaías fue tanto un estadista como un profeta porque hablaba y actuaba en relación con los asuntos públicos de la nación.

Los eventos históricos registrados por este profeta cubren un período de alrededor de 62 años, desde el 760 al 698 a. C. Este libro se divide en 3 secciones (aunque la segunda y la tercera van juntas).

PROFETAS MAYORES

Época:

  • Primera Sección de condena, en su mayoría conteniendo reprimendas por los pecados de Israel (capítulos 1-35).
  • Segunda Sección histórica, que relata la invasión de Siria, así como la liberación milagrosa de Jerusalén por parte del Señor. También se relata la curación del rey Ezequías (capítulos 36-39).
  • Tercera Sección de Consolación, que contiene palabras de consuelo para el Israel castigado y promesas de restauración y bendición (capítulos 40-66).

Tema:

Estos escritos proféticos se destacan por ser muy hermosos, sublimes y porque en ningún otro libro del Viejo Testamento se presenta una visión tan clara y gloriosa del Mesías y su reino. Debido a su énfasis en la gracia del Omnipresente y su obra redentora en relación con Israel y las naciones, a esta narración se le denomina «el quinto evangelio» y a su autor «el evangelista del Antiguo Testamento». Las 2 divisiones principales de estos relatos nos ayudan a determinar su tema.

La clave de la primera parte (capítulos 1 al 39) es la condenación. La lectura de esta sección se basa en la ira de Dios contra el Israel apóstata y las regiones idólatras vecinas. Estos capítulos profetizan la cautividad del pueblo por el soberano Nabucodonosor, la tribulación y los juicios de los últimos días.

PROFETAS MAYORES

La clave de la segunda y tercera parte es el consuelo. Esta sección contiene las profecías del retorno de Israel del cautiverio babilónico, así como su restauración y retorno a su tierra de Palestina en los días últimos. Con estas dos divisiones, el tema abordado se resume en que el pecado trae condenación, esclavitud y tribulaciones al pueblo hebreo, mientras que la gracia produce su salvación y exaltación.

Jeremías

Siendo muy joven se dedicó a profetizar en una época donde ya habían pasado siete décadas desde la muerte del primer profeta mayor, y se daban muchas persecuciones a su pueblo y a su familia de amplia formación religiosa, de hecho, su padre fue un sacerdote, se cree que debido a esta presiones posiblemente dejó Anatot para mudarse a Jerusalén, allí y en otras ciudades de Judá sirvió en su ministerio durante 40 años aproximadamente.

Cuando reinaba Joacim fue encarcelado por profetizar la desolación de Jerusalén, y bajo el mandato de Sedequías lo arrestaron por desertor y permaneció en prisión hasta la toma de la ciudad y puesto en libertad por Nabucodonosor, lo que le permitió regresar a Jerusalén. Estando allí trató de disuadir a las personas de regresar a Egipto para escapar de lo que creían que era un peligro inminente, pero ignoraron su mensaje y se fueron, llevándose a Jeremías con ellos. Ya en Egipto, se esforzó mucho por llevar al pueblo a Dios. La tradición dice que, enojados por sus continuas advertencias y reprimendas le dieron muerte.

Época:

Ejerció su alta misión ministerial en el decimotercero año del rey Josías, que abarca un período de más 40 años, tiempo en el cual prosiguió advirtiendo y reconfortando a su pueblo, hasta que la ciudad impenitente cayó en manos de los babilonios. Su libro está dividido en dos partes, en una se mencionan los anuncios sobre Judá y Jerusalén, y la otra contempla los vaticinios contra otros pueblos. El primer capítulo habla del llamamiento de este hombre de Dios y el último es un complemento histórico.

Tema:

Tanto Jeremías como su antecesor transmitieron misivas condenatorias al pueblo apóstata, pero mientras que el de primero fue vigoroso y severo, el de Jeremías fue moderado y gentil. El primero manifestó en su expresión la santa ira del Todopoderoso contra el pecado de los hebreos. El último, una expresión de pesar y lágrimas por la severa reprimenda del Omnipresente. Este profeta mayor también vislumbró la restauración venidera del pueblo, pero no fue suficiente para enjugar sus lágrimas o despejar la niebla de su angustia por el pecado de Israel. Por causa de este último hecho se le conoce como el mensajero de las lágrimas.

PROFETAS MAYORES

Lamentaciones

Atribuido a Jeremías, está considerado como un libro del Antiguo Testamento, su contenido corresponde a la época en que el Profeta vivió.

Época:

Ejerció su alta misión ministerial en el decimotercero año del rey Josías, que abarca un período de más 40 años, tiempo en el cual prosiguió advirtiendo y reconfortando a su pueblo, hasta que la ciudad impenitente cayó en manos de los babilonios.

Tema:

El Libro de Lamentaciones es un anexo de la predicción de Jeremías, que exuda el dolor profundo y angustioso del profeta por las miserias y desolaciones de Jerusalén, que fueron resultaron de su destrucción. Los dolores y pesares manifestados ​​en el vaticinio de Jeremías encuentran aquí su final. El río de lágrimas que fluyó allí se convierte en un gran torrente en este documento.

Su propósito fue enseñar a los judíos a reconocer la mano punitiva del Omnipotente en sus calamidades y la necesidad de volverse hacia él con sincero arrepentimiento. La tristeza del profeta fue asimilada por la nación judía cuando cantaba este libro todos los viernes en un lugar de lamento en Jerusalén, y lo leían en la sinagoga en el ayuno del 9 de agosto, el día reservado para el duelo de las cinco grandes calamidades que cayeron sobre la nación.

El tema de Lamentaciones se resume de la siguiente manera: Las desolaciones de Jerusalén como consecuencia de sus pecados, y el castigo de un Todopoderoso fiel y misericordioso para conducirlos al arrepentimiento.

Ezequiel

Proveniente de familia sacerdotal, luego que fue llevado cautivo a Babilonia con el rey Jeconías de Judá, a la edad de 30 años, recibió el llamado divino para realizar su labor profética, la cual cumplió entre los exiliados durante 22 años, es decir, hasta el 570 a. C.

Se cree que Ezequiel escribió el libro hasta el capítulo 24. Debido a que en las primeras de Crónicas se menciona que Natán y Gad experimentaron ciertos eventos en la vida de David, se los considera los autores de los capítulos restantes. El cometido de este profeta mayor fue principalmente luchar contra la idolatría, la corruptela por los malos comportamientos y las ideas equivocadas sobre el próximo retorno a Jerusalén.

Época:

Desde que nació Samuel hasta que murió Saúl, lo que abarcó un período de ciento quince años, aproximadamente de 1171 a 1056 a. C. Estas escrituras quedaron divididas en un prólogo, que narra el llamado del profeta, y tres partes principales. Comienza incluyendo las profecías sobre la ruina de Jerusalén; sigue con la mención del castigo de los pueblos enemigos de Judá; y culmina con referencia de la restauración. Además, sus profecías se distinguen por la riqueza de alegorías, imágenes y acciones simbólicas.

Tema:

Primera de Samuel es un libro de cambios. Cuenta cómo el mando de los administradores de justicia fue cambiado por el de los monarcas, y cómo la dirección del Altísimo como Supremo invisible, fue transformado por el de un monarca visible, repitiéndose en otras naciones. Es un documento histórico y biográfico.

El documento comprende la mención de tres personajes: Samuel, un israelita de sentimientos humildes y devoto, que sirve fielmente al Altísimo. Saúl, un rey ambicioso, celoso, terco, voluble y desobediente. David, un hombre de Dios, el apacible cantor de Israel. Un ser de oración y alabanza, probado, disciplinado, perseguido y finalmente coronado rey de Israel.

Daniel

Integraba la tribu de Judá, probablemente descendiente noble. En su juventud fue llevado cautivo a Babilonia en el año tres del rey Joacim y 8 años antes de Ezequiel. Junto con otros 3 jóvenes fue puesto en la corte de Nabucodonosor para obtener una preparación especial en la educación de los caldeos. Allí ocupó una de las posiciones más altas del reinado, cargo que mantuvo durante el dominio persa, que siguió al mando babilónico.

PROFETAS MAYORES

Él ejerció su misión durante todo el cautiverio que sería su última profecía dada durante el reinado de Ciro, 2 años antes del regreso de Israel a Palestina. Debido a su vida recta en medio de la corrupción de la corte, él es uno de los mencionados por Ezequiel como ejemplos de piedad y sabiduría.

Época:

De Nabucodonosor a Ciro, durante un lapso de setenta y tres años, del 607 al 534 a. C. Estos escritos se dividen en tres partes: narrativa, visionaria y episódica.

Tema:

Es esencialmente, una narración profética del poder gentil desde el reinado de Nabucodonosor hasta la próxima venida de Cristo. Los profetas en general enfatizan la fuerza y la soberanía del Omnipotente sobre Israel y muestran que el Señor dirige los destinos de su pueblo elegido a través de los siglos hasta la restauración final.

Por otro lado, se pone especial énfasis en la soberanía del Altísimo sobre las naciones y lo muestra como quien tiene poder y control sobre ellas hasta el momento de su destrucción con la venida de Cristo. La visión del profeta mayor es la de un Dios y Señor que gobierna todo. Omnipresente y Omnipotente. Tiene una visión de reyes y reinos que surgen y pasan. Imperios que surgen y caen; mientras que el Todopoderoso en su trono en el cielo gobierna y rige todos sus movimientos mostrando su maravillosa soberanía.

Razón de Dios de Enviar Profetas

Encontramos la respuesta en la Escritura, que dice: «Porque tuvo misericordia de su pueblo» (2 Crón. 36:15). El contexto de este pasaje es muy interesante. El reino de Judá había perdido mucho y estaba al borde del cautiverio. Después de una serie de reyes notorios, Sedequías, el último rey de Judá, todos los líderes sacerdotales y el pueblo invadieron cada vez más la casa del Señor, que había sido consagrada en Jerusalén.

A pesar de todo esto, envió a todos los profetas a hablar en su nombre, sin embargo, la gente respondió muy mal, todos se rieron de él, subestimaron sus mensajes y reprendieron a sus elegidos, entonces el creador desató la furia contra el pueblo, hasta que no haya enmienda.

Es muy grave despreciar los mensajes que el creador envió a través de sus profetas. En estos casos, se ha produjeron la muerte de jóvenes, ancianos, incluso los que se han refugiado en su santuario. Los tesoros de este santuario fueron saqueados y luego incendiados. Los muros de Jerusalén fueron demolidos y la ciudad quedó completamente destruida. Desafortunadamente, los profetas del Señor y los mensajes que envía a través de ellos a menudo son rechazados, pero Dios ha persistido en guardar los mensajes a través de los ellos.

Profetas Mayores y Profetas Menores

Cuando los eruditos religiosos relatan los libros proféticos de las Sagradas Escrituras, se refieren al Antiguo Testamento y a los profetas. Estos textos se distinguen por lo dicho entre los profetas mayores y menores. Estas clasificaciones no se refieren a la importancia de los profetas, sino a la extensión de los libros escritos por ellos. Los libros de los grandes profetas son largos, mientras que los libros de los profetas menores son relativamente cortos.

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